Desde mi experiencia como terapeuta ocupacional, puedo afirmar que nuestro papel en las escuelas es fundamental. Cada día trabajamos para que los niños puedan desenvolverse mejor en su entorno escolar, apoyándoles en diferentes áreas como la motricidad, integración sensorial, relación con iguales y su bienestar emocional. Muchas veces, los problemas de aprendizaje o de conducta tienen una raíz más profunda, y ahí es donde entramos nosotros: ayudamos a identificar esas dificultades, prestamos atención a las capacidades del peque y ofrecemos estrategias para superar estos retos.
Los profes y los equipos de orientación realizan una magnífica labor de detección y cribado cuando algo no marcha bien, son ellos quienes derivan a la mayoría de familias con las que trabajo. Pero, ¿qué ocurriría si la intervención se realizase en el entorno donde aparecen los problemas? ¿Y si fueran a una hora donde los peques están más receptivos y más frescos? Tengo claro que el resultado sería extremadamente positivo para los niños y que tanto la escuela y los profes como las familias se beneficiarían de ello.
En la Comunidad de Madrid, más de 81.000 estudiantes precisan de apoyo educativo específico. De estos, el 92,2% están integrados en centros educativos ordinarios sostenidos con fondos públicos, frente al 6,9% asiste a centros de Educación Especial.
Sin embargo, un informe reciente destaca que el 92% de los colegios e institutos de enseñanza básica en Madrid no están adecuadamente preparados para atender a estudiantes con dificultades motoras. De los 1.620 centros, solo 120 escuelas cumplen teóricamente con los requisitos de accesibilidad, y muchos carecen de personal técnico especializado, como fisioterapeutas, logopedas y terapeutas ocupacionales.
Ante esta realidad tan gris, la presencia del terapeuta ocupacional es clave para garantizar la inclusión y el bienestar de los alumnos con necesidades educativas o que precisan de manera puntual un apoyo en el aprendizaje y desarrollo, ofreciendo soluciones prácticas y accesibles dentro del aula.
Mi trabajo en el cole es: evaluar y entender las necesidades de los niños, también es observar el funcionamiento del aula y los patios, además de escuchar a los profes con sus observaciones y apoyar al equipo de orientación.
Algunos alumnos tienen dificultades de motricidad fina que afectan a su escritura, otros tienen dificultad en controlar su cuerpo y no paran quietos en la silla, otros presentan problemas de integración sensorial y se sienten abrumados con los ruidos del aula, no quieren mancharse o no prueban bocado de la comida, y algunos simplemente necesitan herramientas para regular sus emociones y mejorar su concentración… por poner algunos ejemplos.
Estas son algunas tareas como TO en el día a día de la escuela:
Mi intervención no solo ayuda a los niños, sino que también facilita la labor de los docentes y hace que el aula sea un espacio más accesible e inclusivo. Te cuento algunos de los beneficios más importantes:
Muchos niños se sienten sobrepasados por los estímulos del aula: las luces fluorescentes, el movimiento constante en el patio/aula, el contacto con ciertos materiales/texturas, la comida o el ruido del comedor. Para ellos, estar en clase puede ser una lucha diaria. A través de estrategias y/o intervención de integración sensorial, les ayudo a filtrar estos estímulos y a encontrar maneras de autorregularse.
Escribir, leer, cortar con tijeras, atarse los cordones… tareas que parecen simples pueden ser todo un reto para algunos niños. Con ejercicios y adaptaciones, les enseño a desarrollar estas habilidades para que sean más independientes y seguros de sí mismos.
Cada peque tiene su propio ritmo y sus propias necesidades. Mi labor es asegurarme de que todos tengan la oportunidad de participar activamente en la escuela, eliminando barreras y proponiendo adaptaciones cuando sea necesario. Incluyendo a todos, tanto niños con diagnóstico como sin él.
Algunos niños se frustran con facilidad, tienen dificultades para concentrarse o reaccionan con intensidad a ciertos estímulos. Les enseño estrategias para reconocer qué ocurre y regularse, como el uso de espacios tranquilos, herramientas sensoriales o técnicas de respiración, entre otras que les ayuden a gestionar sus emociones.
No trabajo solo con los alumnos; los profesores y las familias son parte esencial del proceso. Les doy herramientas para entender mejor a los niños y para aplicar estrategias que los ayuden en su día a día, tanto en la escuela como en casa.
Dado el alto número de estudiantes con necesidades específicas y la falta de recursos en muchos centros, la presencia del terapeuta ocupacional se vuelve esencial. Como ya te he comentado, trabajamos para identificar y eliminar barreras que dificultan la participación plena de estos estudiantes en el entorno escolar. Esto incluye adaptar materiales y entornos, desarrollar programas de intervención y colaborar estrechamente con docentes y familias para garantizar una educación inclusiva y de calidad.
Además, en situaciones donde los recursos son limitados, los terapeutas ocupacionales desempeñamos un papel clave en la formación y asesoramiento del personal educativo, proporcionando estrategias y herramientas que permiten atender de manera más efectiva a los estudiantes con necesidades especiales.
La presencia de terapeutas ocupacionales en los equipos de profesionales de las escuelas aporta valor y estatus a los centros. Beneficia a los estudiantes con necesidades educativas especiales, y también fortalece la capacidad del sistema educativo para ofrecer una educación más inclusiva y equitativa.
Ser terapeuta ocupacional en el ámbito escolar es un desafío, pero también una de las experiencias más gratificantes. Ver cómo un niño que tenía dificultades empieza a desenvolverse mejor, cómo un aula se transforma en un espacio más inclusivo y cómo los profesores adquieren herramientas para apoyar mejor a sus alumnos es lo que hace que este trabajo valga la pena. La terapia ocupacional no solo mejora el rendimiento académico, sino que contribuye a crear un entorno donde todos los niños puedan crecer y aprender en igualdad de condiciones.
Si deseas conocer más sobre cómo la terapia ocupacional puede beneficiar a tu escuela o explorar formas de colaboración, estaré encantada de ayudarte, contactame en [email protected]
Trabajemos juntos para crear un entorno educativo más accesible y enriquecedor para todos.