¿Qué tipos de luz ayudan a los niños a calmarse antes de dormir?
por Eva Téllez

Este artículo trata sobre la importancia y el peso de una iluminación adecuada para favorecer el descanso de los más pequeños y también el del resto de la familia.

El tipo de luz que empleamos en el dormitorio de un peque tiene un papel fundamental en su capacidad para conciliar el sueño y disfrutar de un descanso reparador. A continuación, exploraremos cuál es la luz más adecuada y calmante para favorecer el sueño de los niños:

1. Tenue y cálida: Elegir una iluminación suave y cálida es clave para crear un ambiente relajante en el dormitorio. Las luces con tonos amarillos o anaranjados ayudan a reducir la estimulación visual y a preparar al niño para el descanso.

2. Regulable: Valora la opción de instalar luces regulables que permiten ajustar la intensidad según las necesidades del momento. Durante la noche, se puede reducir la intensidad de la luz para crear un ambiente más tranquilo y propicio para el sueño. Las bombillas inteligentes son bastante útiles para regular el brillo y, además, poseen una amplia gama cromática. Otra ventaja que tienen es que son fáciles de instalar y no necesitas hacer modificaciones a los interruptores.

3. Nocturnas: Son las luces que conocemos como “quitamiedos”, especialmente útiles para niños que tienen miedo a la oscuridad, ya que ofrecen una sensación de seguridad sin perturbar su descanso. Son de colores suaves y tenues son ideales para proporcionar una luz de fondo suave que no interrumpa el sueño del peque.

4. Natural: Es importante maximizar la exposición a la luz natural durante el día, bien con paseos o bien desde casa. Abrir las cortinas o persianas para permitir que entre la luz del sol ayuda a regular el reloj biológico del niño y a mantener un ciclo de sueño saludable. Se recomienda realizar siestas diurnas en oscuridad a partir de los 4 meses de edad, ya que esto también les ayuda a regular su ritmo circadiano. Es decir, las siestas durante el día que realizan los bebés, hasta los 4 meses de edad, pueden realizarse sin bloquear la luz natural.

¿Qué pasa con las Luces LED y el descanso?

Aunque ciertos colores como el azul pueden parecer una opción calmante para la pintura de las paredes, es importante considerar cómo afectan a la calidad del sueño.

Según Harvard Health, las longitudes de onda azules, son beneficiosas durante el día porque aumentan la atención, mejoran los tiempos de reacción y el estado de ánimo. Son beneficiosas en ese momento del día, ya que es cuando debemos ser más productivos, en general, y realizar más actividades. Por otro lado, las longitudes de onda azules parecen ser las más disruptivas por la noche. Esto se debe a que cualquier tipo de luz, incluída la luz azul emitida por luces LED y lámparas fluorescentes compactas, disminuye la secreción de melatonina, hormona que nos ayuda a dormir, lo que puede afectar negativamente el ritmo circadiano del menor.

Para contrarrestar estos efectos negativos y promover un sueño saludable, Harvard recomienda el uso de luces rojas tenues para las luces nocturnas, ya que son las menos disruptivas para los ritmos circadianos. Además, sugieren evitar usar/mirar pantallas brillantes de 2 a 3 horas antes de acostarse (o el máximo tiempo posible) y pasar tanto como sea posible bajo luz natural durante el día para regular el reloj biológico del niño, como ya hemos comentado.

Dado que las luces LED pueden emitir longitudes de onda azules, es recomendable limitar su uso por la noche y considerar utilizarlas durante el día como un estimulante. Optar por una iluminación tenue y cálida que no sea LED ni fluorescente durante la noche ayudará a crear un ambiente relajante y propicio para el sueño del pequeño.

Al crear un ambiente con la luz adecuada en el dormitorio del bebé o del niño, se establece una buena base para un sueño tranquilo y reparador. Al elegir luces suaves y cálidas, regulables y evitar la exposición a luces brillantes, parpadeantes o pantallas, se promueve un entorno más propicio para que el pequeño pueda descansar y recargar energías de manera óptima, incidiendo en su bienestar y en el de toda la familia.

Por último, decirte que no todos los niños se van contentos y a la primera a la cama, que hay peques con mucha dificultad en esta parte de su rutina, incluso hay familias (y también niños) que temen que llegue este momento del día.

Un terapeuta ocupacional puede trabajar contigo y los tuyos con el objetivo de mejorar el desempeño de tu peque en su día a día, abordar las rutinas de sueño y descanso, así como otras actividades de la vida diaria en las que se requiera de nuestra intervención/atención.

Si tienes dudas o si prefieres recibir un asesoramiento más personalizado, por favor, ponte en contacto conmigo en [email protected].

Entre los recursos que ya están disponibles para tí en la web te dejo estas opciones por si lo que necesitas son más recomendaciones para ir a dormir o si prefieres tener un registro sobre el sueño de tu peque.


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Eva Téllez Terapeuta Ocupacional
Atiendo a peques que presentan retos a nivel motor, sensorial, de desarrollo socioemocional y académico. Mi intervención está basada en el juego así, adquieren herramientas para enfrentarse sus desafíos.
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