Las consultas y dudas sobre alimentación son bastante recurrentes por parte de los padres que llegan en búsqueda de soluciones y consultan conmigo. A veces, llegan después de mucho rebotar por distintos servicios y profesionales. Otras veces, el camino es más directo. Incluso los hay que consultan primero con un terapeuta ocupacional.

En este artículo me gustaría ser bastante práctica y directa para poder ayudar a familias que estén buscando algún tipo de solución. Por supuesto, lo que leas en este artículo no sustituye la consulta y valoración de un profesional que tenga en cuenta todas las variables y esté personalizada a cada caso.

Juegos para mejorar la alimentación

Antes de que sigas leyendo, me gustaría advertirte que algunas de estas actividades son de pringarse y de ensuciar, por lo que te pido que rescates a tu niño interior y que guardes la mirada de adulto, no importa mancharse no pasa nada porque algo se ensucie… más tarde se puede limpiar y podremos hacer de esto otra parte divertida de la actividad.

18 propuestas para lograr que la alimentación de tu peque no sea un fastidio.

• Juega con la comida en recipientes sensoriales: pasta seca/cocida, arroz, legumbres, gelatina, pudin, etc. Puedes enterrar juguetes, rescatarlos, hacer baños a los muñecos…
• Usa especias para pintar, además puedes hablar de olores, colores y texturas.
• Pinta con los dedos usando alimentos aplastados, como hechos puré.
• Prepara junto a tu peque una merienda simple que incluya al menos un alimento que normalmente se rechaza.
• Usa palillos de dientes y polos de helado para convertir los alimentos no preferidos en chupachups.
• Juega al cucutrás con los alimentos que se evitan, los puedes esconder debajo de una servilleta. Este juego anima a la imitación y respeto de turnos.
• Pincha los alimentos con un tenedor y condúcelos por el plato como si fueran coches de carreras.
• Usa paños húmedos para limpiarse la cara, puedes practicar en un espejo. Ayuda a fomentar el tacto profundo y superficial (dependiendo del estímulo) y la autonomía del niño respecto a limpiarse solito.
• Finge que los alimentos no preferidos son insectos o hadas y han aterrizado en diferentes puntos de tu cara. Busca imitaciones, que te ayuden a atraparlos, establece turnos…
• Bebe puré de manzana o yogur con una pajita. Las hay de distintos grosores, lo que implica más o menos esfuerzo para succionar.
• Juega a “Simón dice” con un juguete que tenga vibración, toca partes de la cara y la boca, vale morder, lamer…
• Sienta a tu peque frente a un espejo y pon natillas en puntos alrededor de la boca, dile que las quite con su lengua.
• Juega y manipula alimentos congelados como guisantes, maíz y polos de sabores.
• Crea junto con tu peque una hoja de “datos” simple y recopila “información científica” de varios alimentos como el color, la forma y la textura.
• Durante el día juega a lanzar besos al aire, para favorecer la musculatura y la oclusión de los labios.
• Amasad y jugad con plastilina con olor, busca la que es no tóxica.
• Haz un picnic en el suelo. Jugad a pasaros la comida, bebidas y a servir los alimentos.
• Usa moldes de galletas para cortar alimentos en diferentes formas.

Los niños pueden tener dificultades o bien, necesitan fortalecer todas las áreas o concentrarse en un sólo músculo específico. Si ves que tu hijo no tiene problemas para completar ciertos grupos de estos ejercicios, ¡probablemente no existe ninguna debilidad! A continuación, encontrarás propuestas para las distintas partes de la cara que intervienen en la alimentación.

Ejercicios de lengua:

• Usar un cepillo de dientes eléctrico porque tiene vibración para cepillarse los dientes (estimula diferentes partes de la boca). Ten en cuenta que la vibración puede ser una entrada sensorial intensa, si ofreces ir poco a poco, con períodos de tiempo cortos para que se acostumbre a esta nueva sensación y tu hijo se niega, nunca fuerces.
• Lamer polos de helado o piruletas, con la lengua fuera de la boca.
• Alcanzar con la lengua trozos de comida que están alrededor de la boca (yogur, natillas…)
• Chasquear o hacer sonidos con la lengua
• Cantar la la la
• Tratar de tocar la punta de la nariz con la lengua
• Hacer pedorretas
• Contar los dientes con la lengua

Ejercicios para labios y mejillas:

• Lanzar besos al aire
• Beber con pajita:
  • Experimenta con texturas más espesas como batidos e incluso puré de manzana para hacerlo más desafiante.
  • Distintas pajitas de distintos grosores
• Sostener un pequeño palito de zanahoria u otro alimento entre los labios sin usar los dientes para mantenerlo firme
• Poner caras divertidas:
  • Labios de besugo (de 3 años en adelante)
  • Hacer forma de "O" con los labios
  • Separar los labios
  • Juntar el labio superior con el inferior, después escondiendolos en los dientes
  • Cara de pez globo, con las mejillas hinchadas
• Soplar burbujas (más de 20 meses)
• Tararear:
  • Elige una canción de cuna que le guste a tu hijo e intenta tararearla juntos
• Con las pajitas se pueden hacer juegos de soplido, con pompones y tienen que llegar hasta el final del recorrido.
• Tocar una armónica
• Probar soplando matasuegras (silbatos de fiesta) los hay de distintos tipos.
• Choca los labios, para que hagan ruido
• Tocar silbatos (los fáciles se pueden usar a partir de los 18 meses aproximadamente):
  • Hay un montón de silbatos, con diferentes agarres y sonidos, muchos son muy asequibles.

Ejercicios de mandíbula:

• Morder juguetes que vibran:
  • Los mordedores para bebés pueden funcionar si caben en la boca de su hijo.
  • Los masajeadores de mano se pueden apoyar en la mandíbula durante unos segundos para estimular los músculos.
  • Los “animal jigglers” están diseñados para la boca de su hijo.
  • Los niños pueden sentirse motivados a morder una textura masticable.
  • Para la vibración más intensa, los terapeutas ocupacionales u otros profesionales que trabajen alimentación pueden usar un z-vibe. Estos son muy poderosos y deben ser usados con cuidado, asegurándose de que el peque se sienta cómodo con la sensación. La vibración es muy estimulante para los músculos en ráfagas cortas de 3-5 segundos, pero comienza a relajar los músculos después de ese punto. Debes estar pendiente de las reacciones de su hijo.
• Usar un mordedor de malla (de los que pones la fruta dentro) para masticar los alimentos directamente en los molares, puede ser utilizado por niños más mayores:
  • Queremos que los niños mastiquen directamente con sus muelas o, si no tienen, con la parte posterior de sus encías.
  • Pide a tu peque que mantenga la bolsa hacia atrás y la mastique mientras la mantiene en su lugar.
  • Prueba a poner alimentos que le gusten y disfrute. En verano puedes usar fruta semicongelada.
• Masticar con los molares alimentos correosos:
  • Tiras de mango seco
  • Carne seca (fuet o jamón serrano)
  • Regaliz

Si tienes alguna consulta, no dudes en ponerte en contacto conmigo en el siguiente link.