La aducción del pulgar en bebés, también conocida como reflejo de prensión palmar, es una respuesta neurológica natural que suele estar presente en los recién nacidos y durante los primeros meses de vida del peque. Por lo general, este reflejo primitivo aparece desde el nacimiento, siempre y cuando haya un desarrollo neurológico normal, tiende a disminuir gradualmente a medida que el bebé se desarrolla y adquiere un mayor control de sus movimientos, para después desaparecer por completo.
Existe una integración del reflejo progresiva, en la que va desapareciendo poco a poco hasta que deja de manifestarse. Es bastante común observar la tendencia de los peques de mantener el pulgar aducido dentro del puño. Esto se considera una parte normal del desarrollo temprano y no suele ser motivo de preocupación. Hay autores que marcan su disminución a los dos meses de edad, otros hacia los tres o cuatro meses de vida.
Según otras fuentes el momento de desaparición de esta conducta o cuando el reflejo está integrado es sobre los cinco o seis meses de edad, coincidiendo con su aprendizaje para agarrar objetos, otro hito evolutivo. Si tienes dudas sobre qué debería estar haciendo tu bebé puedes consultar este artículo.
Sin embargo, si este reflejo persiste más allá de los cinco o seis meses de edad o si notas que la aducción del pulgar es más intensa o asimétrica (se muestra en una mano y no en la otra), podría ser conveniente hablar con su pediatra, ya que podrá evaluar la situación de manera más precisa y determinar si es necesario tomar medidas adicionales.
Cada bebé es único y el desarrollo motor puede variar ampliamente. Siempre es recomendable confiar en la orientación de un profesional médico para asegurarte de que el desarrollo de tu bebé esté ocurriendo de manera saludable y dentro de los parámetros normales.
Sí, te las describo a continuación. Ciertas señales podrían indicar que es necesario prestar más atención o consultar con un profesional de la salud:
1. Persistencia más de lo esperado: Como ya lo hemos comentado, la edad del bebé. Si la aducción de pulgar persiste mucho más allá de los 5 o 6 meses de vida y no disminuye a medida que el bebé crece, podría ser motivo de preocupación.
2. Asimetría: Si notas que uno de los pulgares o manos del bebé tiene una aducción más pronunciada que la otra, podría indicar un problema en el desarrollo neuromuscular o en el sistema nervioso.
3. Dificultades en el desarrollo motor: Si tu bebé tiene dificultades para agarrar objetos, mover sus manos y dedos de manera coordinada, o si notas que hay un retraso en otros hitos motores, como el volteo, el gateo o el alcanzar objetos, es recomendable buscar asesoramiento en el desarrollo.
4. Cambios súbitos: Si observas cambios repentinos en los movimientos de las manos y dedos de tu bebé, como una pérdida repentina de movimiento o una aducción más intensa acompañada de rigidez, es importante consultar al pediatra.
5. Otros síntomas: Si notas cualquier otro síntoma preocupante, como irritabilidad extrema, retrasos en el desarrollo en general, problemas de alimentación o cualquier comportamiento o signo que te cause inquietud, debes preguntar a tu profesional de referencia o experto en desarrollo infantil.
En resumen, la aducción de pulgar en bebés es común y suele ser una parte normal del desarrollo neuromuscular. Sin embargo, si tienes alguna preocupación sobre el desarrollo de tu bebé o notas cambios inusuales en sus movimientos, es aconsejable que consultes con un pediatra y/o terapeuta ocupacional infantil para una evaluación adecuada.
Cada bebé es único, y los profesionales de la salud están capacitados para proporcionar orientación y cuidados individualizados. La colaboración con y entre profesionales es esencial para asegurar que los pequeños reciban el apoyo necesario para alcanzar todo su potencial durante estos momentos cruciales de crecimiento y aprendizaje.
Si sientes la necesidad de obtener más información o de comentar cualquier asunto relacionado con el desarrollo de tu bebé, no dudes en contactarme por correo electrónico o reservar una sesión conmigo.
Por último, si quieres ideas sobre cómo ayudar a que el peque integre el reflejo y abra su mano, haz click aquí.