En el artículo de hoy, pretendo acercarte la importancia y características del gateo. Si preguntas a tus familiares, amigos y conocidos si ellos gatearon cuando fueron bebés te sorprenderá la variedad de respuestas que vas a obtener. Tendrás desde los que sí lo hicieron, los que gatearon “culeando”, los que lo evitaban todo el rato y pasaron por esta etapa de puntillas, los que directamente se lo saltaron… Probablemente, tus amigos y familiares son adultos con buenas capacidades y no observarás en ellos nada extraño. Como especialista en terapia ocupacional infantil, me gustaría contarte y explicarte los beneficios del gateo en sí, para lo que nos prepara y en qué tareas del futuro nos va a ayudar. Puede que te sorprenda que tareas tan diferentes puedan estar relacionadas de manera tan estrecha con este hito evolutivo.
Mi bebé no gatea, ¿es imprescindible que lo haga?
Si tu bebé no gatea y está en la edad adecuada, no te alarmes, asegúrate de darle oportunidades para que se motive a explorar el mundo de esta manera. Existe un artículo en el que se comenta a la edad en la que se espera que un bebé gatee, puedes encontrar la info AQUÍ. Si por el contrario, tu bebé ya ha pasado esta etapa del desarrollo, te invito a quedarte y leer sobre qué beneficios obtenemos del gateo para así poder ayudarle en estas actividades y fomentar una base que sea de ayuda para la futura adquisición de aprendizajes.
El gateo no es imprescindible pero sí tiene un papel fundamental para el desarrollo del bebé, favorece la correcta integración de reflejos primitivos, se trabaja a nivel de fuerza, se potencia las actividades bimanuales, el desarrollo de motricidad fina, la percepción a nivel visual, (por ejemplo, cuando el peque se desplaza las proporciones cambian, la profundidad de los objetos también), la integración de ambos ojos (visión binocular), entre otros.
La importancia del gateo y su debate
Parece que, en ocasiones, se da por sentado que todos los niños tienen que gatear, que tienen que pasar por este hito en su desarrollo. Como ya hemos comentado esto no tiene porqué ser así. Es importante tener en cuenta que, con el aumento del número de niños que se han saltado esta etapa del desarrollo se ha abierto un debate entre aquellos que creen que es necesario para un desarrollo correcto y los que no.
Para algunos niños, gatear es primordial e incluso decisivo para su desarrollo temprano. La vivencia de esta etapa podría marcar la diferencia, por ejemplo, respecto a la manera de coger y manejar un lápiz cuando sean más mayores, o bien, podría significar que el cerebro obtiene esa información necesaria para leer, escribir y comprender. Sin embargo, aunque esto sea clave para algunos niños, no quiere decir que si tu hijo se ha saltado la etapa de gateo vaya a tener problemas con futuros aprendizajes. Como hemos comentado al principio del artículo, algunos bebés que no experimentan la etapa de gateo no manifiestan problemas más tarde en su vida.
Por otro lado, durante mi experiencia profesional, sí que ha sido recurrente escuchar a padres de algunos de los niños que he tratado por presentar dificultades a nivel motor, y que estaban intercediendo en su aprendizaje, comentar que sus hijos se habían saltado ciertas etapas en su desarrollo.
Recomiendo que si observas a tu bebé con ganas de caminar antes que de gatear, intentes fomentar y alentar el gateo lo máximo posible, más adelante, si sigues leyendo, encontrarás algunas ideas y sugerencias que quizá pueden serte de ayuda.
Beneficios del gateo
- Aumenta la percepción que el bebé tiene de su cuerpo, debido, sobre todo, a esos apoyos en el desplazamiento cuando gatea.
- Se incrementa su orientación y procesamiento visoespacial, esto le ayudará a comprender el entorno en el que vive más fácilmente. Este procesamiento es la base para la representación mental de imágenes y figuras, que a su vez es usado en los aprendizajes de lectoescritura o influye en nuestra habilidad para montar una bici, o simplemente cómo nos movemos en el espacio.
- Se favorece la convergencia visual, es decir, la capacidad de observar objetos cercanos de manera nítida y clara. Interviene la musculatura ocular y se promueve una mejor percepción visual.
- Se promueve la integración de reflejos, una falta de madurez en dicho proceso de integración puede estar detrás de algunas dificultades en el aprendizaje.
- Aumenta la consciencia de sí mismo, al existir estos desplazamientos por el espacio, el bebé toma conocimiento de él como individuo. La propia experiencia en sí misma es enriquecedora, es un aprendizaje basado en el ensayo-error y cuando el bebé logra algo por sí mismo su autoestima se ve reforzada, así como su seguridad. Además, ¡no hay que olvidarse de la parte divertida!, como es el disfrute del juego en sí mismo.
- Influye en procesos de aprendizaje futuro como la lectoescritura.
- Durante el gateo el bebé se desplaza apoyándose en sus brazos lo que aumentará su estabilidad en las articulaciones y favorecerá el desarrollo muscular. También se mejora la percepción de su cuerpo, lo que influirá en la capacidad de permanecer sentado o mantener cierta postura a la hora de escribir.
- Al apoyar la mano en el suelo, el bebé está sosteniendo el peso de su cuerpo en los puntos de contacto con la superficie. Esto promueve que se potencie la musculatura intrínseca de la mano (los pequeños grupos musculares que nos ayudan en el agarre del lápiz, por ejemplo, también en la precisión que ejercemos al colorear).
- Al apoyar la palma de la mano en el suelo o en las diferentes superficies en las que se esté desplazando el bebé recibe información sensorial, por ejemplo del tacto, y muscular que influirá en la adquisición de destrezas de motricidad fina (es decir, la manipulación de objetos pequeños o movimientos de mayor precisión).
- Aparece un patrón cruzado de movimiento, esto favorecerá el cruce de línea media y tendrá que ver en la dominancia de la mano para el manejo del lápiz y otros objetos.
- Disociación de ojos con la cabeza, es decir, cuando el bebé se desplaza gira la cabeza para poder mirar y estabiliza su campo visual. Poco a poco, a medida que crezca el niño va a ir disociando esos movimientos y no necesitará mover la cabeza para poder ver. Cuando uno atiende a la pizarra y luego mira su hoja del cuaderno necesita tener buen control a nivel cervical y ocular para no perderse cada vez que tiene que saltar la vista de un lado a otro.
- La coordinación de los ojos que el bebé tiene que hacer al desplazarse y agarrar un objeto, es precursora de la coordinación de actividades más complejas como seguir una línea al leer.
- La coordinación ojo-mano, cuando el bebé gatea va a explorar con sus manos, se establece una conexión entre su mano y su ojo, que promoverá más adelante una adecuada coordinación y conexión entre ojo y la mano que maneja el lápiz.
- Ayuda a que se establezcan rutas de información neurológica entre los dos hemisferios de nuestro cerebro. Esta dominancia hemisférica determina el uso de la parte derecha o izquierda del cuerpo para realizar determinadas actividades. Es importante recalcar que esas rutas neurológicas establecen una buena comunicación entre ambos hemisferios que serán de gran ayuda para cimentar futuros conocimientos y aprendizajes.
- Una buena estabilidad en las articulaciones, fortaleza muscular y destrezas en los brazos fomentará la habilidad en las actividades de la vida diaria, como comer, vestirse, asearse, ducharse, peinarse…
- El gateo favorece el equilibrio en las diferentes situaciones y superficies en las que se encuentre el pequeño, además de los ajustes de la postura para mantenerse estable. Así como la distribución del peso en los diferentes apoyos que realiza.
¿Qué puedo hacer para favorecer el gateo de mi bebé?
Después de repasar la importancia que tiene el gateo en el desarrollo de los niños, aquí tienes algunas ideas que pueden ayudarte a animar a tu bebé a gatear en vez de saltar directamente, o de manera muy rápida, a la etapa de caminar. Es importante no tener prisa ni querer acelerar el ritmo de tu bebé, puede que aún no esté preparado. Si por el contrario, crees que está preparado y te gustaría motivarle a continuación puedes encontar ideas.
- Un buen comienzo es asegurarte que tu bebé tiene oportunidades de explorar y disfrutar del tiempo boca abajo (tummy time, es decir, tumbados boca abajo con la barriguita en el suelo o la mantita). De esta manera, los peques tienen oportunidad de fortalecer la musculatura de cuello y cabeza, de realizar apoyos con sus brazos, aumentarán su estabilidad, podrán mecerse delante y atrás, que será un paso previo para el gateo. Además, el bebé tendrá oportunidad para estirarse, acercarse y explorar si tiene juguetes u objetos de su interés cerca. También hay profesionales que dan mucha importancia al tiempo boca arriba, dar oportunidades al peque de sentir la "llamada" del movimiento, sentirse motivados por el entorno.
- Es importante tener un entorno seguro y cómodo para el pequeño. Si observamos que su tiempo de aguante es corto, se recomienda hacer descansos y aumentar el compromiso y el enganche en la actividad con papá y/o mamá en el suelo con él. Esto hará que este juego sea mucho más divertido y atractivo para él. Hablar con el bebé, utilizar espejos, juguetes con sonido podrá ayudarle a disfrutar más de este tiempo boca abajo.
- Incentivar el desplazamiento del tipo que sea, por ejemplo, el arrastre, usando objetos o juguetes que puedan ser atractivos para él. Se recomienda ponerlo ni demasiado cerca ni demasiado lejos, lo justo para que le pique la curiosidad y le haga moverse y explorar la manera de desplazarse. Los juguetes son un gran instrumento para incentivar y alentar al pequeño en su desplazamiento. Juguetes que rueden y se muevan, como cochecitos, pelotas, cilindros… pueden hacer que quiera perseguirlos y utilizarse como un gran motivador.
- Muchas veces aprendemos por imitación, por lo que desplazarnos así o jugar de la manera que queremos que ellos lo hagan pueden darles una idea más clara de lo que queremos de los peques. Las canciones, historias, sonidos o juegos harán esta actividad más divertida. Además como hemos comentado previamente, la presencia de mamá y papá es motivadora en sí y favorecerá la implicación del peque en el juego.
- Puede ser de utilidad tener en cuenta que reptar puede ser el paso previo para el gateo. Al principio, ese patrón contralateral, esto es cuando se mueven brazo y pierna contrarios, puede no estar bien definido, podemos ver al bebé algo desorganizado o llevando ambas piernas a la vez o pierna y brazo del mismo lado.
- Si tu bebé se mantiene bien sentado, tiene curiosidad por lo que le rodea y está preparado podemos intentar incentivar ese gateo con los juegos comentados. Debemos tener en cuenta que hay mucho de ensayo y error en este aprendizaje.
- No hay que olvidar que todos los aprendizajes tienen un ritmo y no debemos tener prisa. A nivel motor, debe coordinar su lado derecho con su lado izquierdo (lo que llamamos hemicuerpos), al principio será la mano y pierna del mismo lado y cuando sea más maduro el aprendizaje habrá un patrón contralateral, es decir, la mano derecha avanza con la pierna izquierda. Este patrón contralateral podrá verse en actividades o aprendizajes futuros como montar en bici, el manejo del patinete, nadar… Si observamos que el niño lo necesita podemos dar ayuda, un pequeño apoyo en la pierna que se queda atrás, por ejemplo, puede ser suficiente.
- Una vez que el peque está gateando con mayor soltura, se pueden hacer diferentes juegos como una carrera de obstáculos, poniendo diferentes cojines o almohadas, mantas, alfombrillas, pasar por debajo de la mesa… Si ya le perseguimos puede ser incluso más divertido. ¡Ojo! Siempre vigilando la seguridad y controlando el espacio.
¿Existen tipos de gateo incorrectos?
En mi opinión, no. Hay tipos de gateo más efectivos que otros. Es por ello que debemos incentivar al bebé hacia esos tipos de gateo. Por ejemplo, hay bebés que se desplazan con un gateo marcha atrás o hacia atrás, lo positivo de este tipo de desplazamiento es que trabaja diferentes grupos musculares, se fomentan los movimientos de cabeza y cuello, y posibilita diferentes patrones de movimiento en las piernas.
Cuando su gateo sea más maduro se le puede enseñar otras maneras de moverse, por ejemplo, el gateo tipo oso, con los codos y rodillas estirados y con un apoyo firme de manos y pies en el suelo. Otro tipo puede ser el de sentado, con apoyo del culete en el suelo. De serpiente o militar donde predomina el arrastre. También puede rodar como una croqueta…
Todas estas maneras de desplazamiento favorecerán en el bebé su desarrollo a nivel motriz, tanto grueso como fino y esto, como ya hemos comentado, siempre será buen cemento para los pilares de futuros aprendizajes.
Por último, espero que hayas encontrado este artículo de utilidad, pero, si tienes alguna duda, aquí te dejo el link donde puedes contactarme.
Fuentes consultadas: Manuales de formaciones previas, experiencia profesional y personal.
www.healthychildren.org
https://blog.kinedu.com/the-many-skills-crawling-involves/
https://ilslearningcorner.com/why-babies-should-never-skip-the-crawling-phase/